32 meses ... ... y a la espera!*

Reloj de arena
Observo cada granito de arena que cae del reloj, ese reloj tan bonito que me compre el día que decidimos adoptar. Te preguntarás por qué lo hice, es muy sencillo: para contar los granitos de arena que nos separan. Los veo pasar lentamente, parece que caen de día en día…lentamente bajan ordenadamente, de forma ágil, ligera, casi es imposible observarlos detenidamente. Cada granito es un segundo más sin ti, pero es un segundo menos de espera. Cada granito es un granito más de esperanza en mi corazón, cada granito es quererte más, es desearte con más fuerza.
Aun ni tan siquiera sé si has nacido, tampoco sé cuando lo harás o si ya lo has hecho, no sé tu nombre, tu sexo, tu edad. No sé como serás, pero lo que si que sé es que luchare por ti, por tenerte aquí a mi lado, observando nuestro reloj, el que un día nos unirá, aunque por el momento nos separe y haga pasar el tiempo lentamente.
Anoche reflexioné sobre nuestro largo camino hacia ti, todo el tiempo que llevamos esperándote y el que nos quedará. Sé que se nos hará eterno, pero ¿por qué abandonar ahora? No, no podemos hacerlo. No podemos retroceder, sería de cobardes. Hemos luchado mucho para esperarte, hemos vivido muchas cosas y aunque aun no te conozcamos, aunque aun ni tan siquiera existas, ya te queremos y no podríamos dejarte.
Doy la vuelta al reloj de arena, unos minutos más cerca de ti. Alegría corre por mí. Sí, aun no estás a mi lado, pero lo estarás, lo sé, porque lucharé. Me ha costado mucho llegar hasta aquí, he soportado críticas, palabras que me han dolido. Pero yo no te voy a dejar, no. Voy a luchar hasta no poder más, lucharé hasta tenerte a mi lado.
Cierro los ojos y nos imagino, felices, alegres. Con solo mirarnos sabríamos lo que el otro quiere decir, porque nos conoceremos bien, a la perfección. Demostraremos que eres como los demás, que ningún vínculo biológico nos separara, porque tú serás mi hijo/a y yo tu mamá. Porque las diferencias las ponemos nosotros y entre nosotros no las habrá. Se que hablarán y dirán, pero ¿Qué importará? Seremos felices y eso a algunos les molestará, la envidia les corroerá, y ¿sabes por qué? Porque jamás serán como nosotros, especiales a no poder más.
Tendrás que ser fuerte, los demás hablarán y dirán sin saber. Pero tú sonreirás, eso no te importará. Porque sabrás que los demás te envidian, fíjate tus papas han luchado por ti mucho tiempo, te han deseado durante años, te han esperado pacientemente y te han ido a buscar a la otra punta del mundo para estar contigo. Te querían sin tan siquiera conocerte, sin tan siquiera tocarte, ni escucharte. Eso es un privilegio que pocos tienen la suerte de tener. Y tú eres una de esas personas privilegiadas.
Por eso ahora lucho por una igualdad; porque al fin y al cabo serás igual que los demás. Nada os diferenciará, seréis personas por igual, niños que desean unos padres que les den amor y felicidad. Y eso es lo único que importará. Te esperaré todo el tiempo que sea necesario, mi cosita oriental.
Enhorabuena, Jenni,
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